Existen!
Es
bueno que existan las estrellas.
En
los días nublados también hay estrellas.
En
las ciudades de ruidos luminosos
se
esconden, tras bambalinas, las estrellas.
Tras
la negrura de ojos claros u oscuros,
de
los que piensan no poder mirar,
igual
que en los charcos sin reflejo posible,
titilan,
arranadas, las estrellas.
Y en
los pozos de deseos apagados
viajan
riendo, fugitivas, las estrellas.
También
la luna se llena de estrellas.
Nacen
estrellas en las arenas del desierto.
Corren
las estrellas tras los postes de luz.
Duermen
en los ojos de los gatos negros.
Miles
de estrellas se elevan con cada pluma,
cientos
de estrellas brotan por cada lágrima.
Reverdecen
las estrellas
después
de cada lluvia,
se
pegan a las plantas de los pies
y se
quedan a descansar (convertidas en orillas)
en
los caminos demasiado largos.
Qué
bueno es saber, fuera de toda certeza
que
existen, de forma irreversible, las estrellas.
A
pesar del quejido del mundo
y de
toda esa faramalla de la luz.
Llum , ni que sigui de " les llumetes que fan somiar els desvagats", en paraules del Petit Príncep.
Llum per a tots plegats que sembla que anem a les palpentes.
Llum per emprendre un nou camí si cal.
Aquest poema de Carmen María Hergos és un Nadal de llum. Per tots i totes!
Tenim una biblioteca molt particular i poètica, els blocs de la Sàlvia de Cocentaina.
I una estrella de l'univers de Joan Miró.
Aquest quadro es molt creatiu i irreal .
ResponEliminaÉs de Joan Miró.T'agrada?
ResponElimina